De los alimentos consumidos por la población mexicana, se eligieron seis representativos. La carne roja y el azúcar están señalados como las fuentes de enfermedades cardiovasculares y diabetes; la leche y el huevo son considerados con alto contenido de grasa, aunque consumidos con moderación son saludables; el nopal representa a los vegetales (alimentos sanos) y el trigo se eligió porque ha incrementado su consumo. Mediante un modelo econométrico dinámico de ecuaciones rezagadas se determinaron los multiplicadores de impacto. Para hacer simulaciones con políticas de cambio de precios, consumo y hábitos se cuantificó la relación que existe entre alimentos y mortandad.