Con la
llegada de Onganía al poder en 1966 se abrió una nueva etapa dentro del
cine nacional. La pléyade heterogénea de realizadores del período buceó
por el amplio océano de discursos de época proveniente del boom
editorial y de la radicalización política, para constituir sus obras,
sus apuestas ideológicas, su mirada del país y su estética. Pero, esta
creación implicó también una intervención en las ideas de cómo debían
comportarse hombres y mujeres.
Este libro indaga sobre cómo
las obras de estas propuestas cinematográficas produjeron y
reprodujeron representaciones masculinas impregnadas por diversos
discursos (sociales, políticos, morales) provenientes de sectores
culturales de la época (literatura, radio, teatro, agrupaciones
políticas, subcultura del rock) conformándose así una red de sentidos de
sexo género. Las películas estructuradas mediante tramas como El
romance (Martín Fierro 1969, Juan Moreira 1973), La comedia (Mi novia el
travesti 1975, Soñar Soñar 1976), La tragedia (Los siete locos 1973,
Boquitas pintadas, 1974) y el polimorfo Melodrama (Gitano 1970, Me
gusta esa chica 1973), (re)produjeron representaciones masculinas que
nos permiten acercar a los sentidos de la masculinidad de la época, y
deja en evidencia cómo la simbolización de la diferencia sexual es un
elemento clave para la comprensión del pasado.