La presente obra busca comprender las instituciones del virreinato de la Nueva España encargadas de la aplicación de la justicia criminal ordinaria, y en concreto, analizar el crimen en el territorio neovizcaíno.
Revisa, además, la historia de los conceptos e ideas jurídicas de la época, como el derecho penal y la teoría institucional, piedra angular para explicar otros conceptos, y conformar los tipos de delitos y penas.
Los gobernadores, alcaldes mayores, alcaldes ordinarios y otras autoridades encontraron en la Nueva Vizcaya excepciones impedimentos y resistencias para aplicar y ejercer la justicia. Se dedica gran parte del análisis a profundizar en dichas particularidades regionales, y a subrayar los dislocamientos propios del tránsito entre el Antiguo Régimen y la época ilustrada.
Finalmente, caracteriza a los delincuentes, juzgados en el marco de leyes, en ocasiones muy antiguas, por jueves que ejercían un amplio arbitro judicial.