Fue el lago Texcoco, al que Felipe Martínez Arango llama “de
Netzahualcóyotl”, es el espacio seleccionado para mostrar la grandeza
mesoamericana. Es la reconstrucción del paisaje histórico de diversas
culturas y pueblos tomando al rey poeta y militar Netzahualcóyotl como
hilo conductor para entrelazar la evolución de diversos pueblos y
ciudades como Texcoco y de Tenochtitlán.
El lago de Netzahualcóyotl es un texto cercano a la prosa
poética. Con adjetivación precisa, el autor describe el entorno natural,
sede de los acontecimientos que narra. Permite conocer las
características de los pueblos que se desarrollaron en el espacio
circundante y su papel en la historia; retórica que solo es posible
cuando hay amplios conocimientos y una experticia basada en el diálogo
científico.
Es una obra de gran valor estético e histórico, útil para un público
amplio interesado en Arqueología y temas prehispánicos, pero también
para estudiantes de arte, de historia, letras y otros afines a las
ciencias humanísticas. Se anexan, además, las fotografías originales de
la segunda edición de este libro (Universidad de Oriente, 1955), y se
suman otras, inéditas todas, de las visitas de Martínez a México.