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Y se llamaban Mahmud y Ayaz (Seis voces en el silencio)
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Y se llamaban Mahmud y Ayaz (Seis voces en el silencio)

Formatos

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Estado: Activo
ISBN-13: 9789587205732
Tamaño: 12 x 19.5 cm
Peso: 0.1000 kg
Número absoluto de páginas: 86 Páginas
Tipo de edición: Nueva edición
Fecha de publicación: 2019
Tipo de restricción de venta: Exclusivo para un punto o canal de venta
Distribuidor de la editorial: Fondo editorial universidad EAFIT
Disponibilidad del producto: Disponible. Sin detalles.
Precio: (COP) 18000

Contenido
 
Y se llamaban Mahmud y Ayaz 

Y tenían tan solo 17 años

Y tú siempre me decías: 

¿Por qué se ha detenido nuestro tiempo?

Fueron necesarios cuatro brazos 
 
Caen las llaves 

Y se llamaban Mahmud y Ayazo
 
Y tú siempre me decías:
 
¿Por qué amarte es siempre perderte

Fueron necesarias dos grúas

¿Dónde encontrarte ahora, corazón mío" 
 
Y tú siempre me decías:
 
Dos jóvenes 

Irán se ha llenado de grúas

¿Por qué no recordar nuestras sonrisas
 
Y se caen las llaves una vez más 
 
Y se llamaban Mahmud y Ayaz

Y tenían tan solo 17 años
 
Fueron necesarias declaraciones en el altar

Y tú siempre me decías: 

¿Cuántas veces habías pasado antes por mi lado? 

¿Por qué, siendo tú todo, solo tú,
 
Dos verdugos. Dos infames verdugos 

Hoy han levantado una nueva grúa

Y tú siempre me decías:

Fue necesario que se mirara a otro lado',
 
Morir. Morir. Morir.. 

¿Por qué aceptar que nuestra habitación 

Hoy me ha detenido la policía

Y tú siempre me decías: 

¿Para qué seguir viviendo

Morir. Morir. Morir
 
Dos jóvenes

Y se llamaban Mahmud y Ayaz 

Y tenían tan solo 17 años

¿A dónde debería ir a buscarte, a salvarte, corazón mío,

Fue necesario que los dedos asesinos 
 
Y tú siempre me decías:

¿Por qué se ha detenido nuestro tiempo, 
 
Morir. Morir. Morir
 
Y mi silencio es vuestra soga
 
Me dijeron que te fuiste lejos 
 
Y tú siempre me decías:

Morir. Morir. Morir

¿Dónde recuperarte el gesto justo que yo te negué,

Conservo una de tus camisetas, 

Fue necesario que olvidáramos

Y tú siempre me decías: 

Morir. Morir. Morir

Dos jóvenes

Me encuentro sin fuerzas 

Y se llamaban Mahmud y Ayaz 

Y tenían tan solo 17 años

Silencio. Permanecer en silencio.

Y tú siempre me decías:

Morir. Morir. Morir

Y miles de gritos, y miles de silencios 

¿Dónde encontrarte, entonces, corazón mío?

Alguien me robó las llaves de casa

Dos jóvenes colgados

Fue necesario que la multitud aplaudiera,

Y tú siempre me decías: 

Morir. Morir. Morir

Ayer te vi por la calle 

Inventario de una noche: 

La sombra mortal de las grúas

y tú siempre me decías:

Inventario de una noche:

Morir. Morir. Morir 

y se llamaban Mahmud y Ayaz y tenían tan solo 17 años
 
Oigo gritar a través de las ventanas

Inventario de una noche:

Morir. Morir

Inventario de una noche:

Estas serán mis últimas palabras

Morir 

No lo olvidemos nunca

A modo de epílogo 

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