Tipo de contenido citado: Crítica
Tipo de fuente (origen) del contenido: Medio impreso
Título de la fuente: Introducción de la presente edición
Nota de citación:
En Trilce el hombre es un recluso, pero de un modo diferente al que se mostraba en Los heraldos negros. En dicho libro la orfandad es una reclusión que deja al sujeto prisionero de una culpa de la que no puede liberarse. Esto se expresa en el poema inicial, a través de la pérdida del Dios padre y protector, que pasa a ser representado como Dios cruel (“Golpes como del odio de Dios”), o como Dios enfermo, en el poema final, que hereda su impotencia a su creatura. En Trilce, el sujeto –igualmente huérfano, o incluso más– es consciente de su orfandad, pero la asume, a pesar del dolor que le provoca, como posibilidad. Se trata ahora de una “carencia fecunda”, como la ha calificado Alain Sicard, central en la poética del libro, pues corresponde a la conciencia que conduce a replanteamientos radicales en todos los niveles, comenzando por el lenguaje, evidencia de lo cual es el propio poemario.
Luis Fernando Chueca