Presenta una aproximación al trastorno bipolar, sus características y
sintomatología, pero, especialmente, propone una intervención psicológica desde
el modelo cognitivo conductual. Se trata de un proceso estructurado compuesto
por 12 sesiones que, aunque no constituyen un procedimiento estándar, incluye
una serie de estrategias que han demostrado ser efectivas en la disminución de
la sintomatología bipolar, lo que favorece los diferentes ámbitos vitales de
las personas que la presentan y sus familias. Con esta propuesta, las autoras
quieren contribuir a la disminución de la cronicidad de un trastorno mental con
alto impacto social y psicológico negativo, que afecta tanto a los consultantes
como a sus familias y representa un alto costo para la salud pública en el
país.