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Pibes
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Pibes

Formatos

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Estado: Activo
ISBN-13: 9789876990370
ISBN-10: 9876990373
Tipo de contenido principal: Texto (legible a simple vista)
Idioma del texto: Español
Tamaño: 155 x 220 x 5.29 cm
Peso: 0.25 kg
Número de páginas del contenido principal: 108 Páginas
Sello editorial: Eduvim
Tipo de edición: Nueva edición
Número de edición: 1
País de publicación: Argentina
Fecha de publicación: 2013-01-01
Fecha de primera publicación de la obra: 2013-04-30
Tipo de derechos de venta: En venta, con derechos exclusivos, en los países y territorios especificados
Tipo de restricción de venta: Exclusivo para un punto o canal de venta
Distribuidor exclusivo de la editorial para puntos de venta finales: Tramas
Disponibilidad del producto: Disponible. Sin detalles.
Precio: (ARS) 616.00

Tipo de contenido citado: Lista de más vendidos ("bestsellers")


Título de la fuente: La Gaceta Mercantíl


Nota de citación:

 

En el libro "Los pibes. Historias del encierro" se menciona una novela de Fedor Dostoyevski, “Crimen y Castigo”, una alusión directa al contexto de aislamiento que se vive en la cárcel manicomio del hospital Borda. No obstante, el taller “Letras al sol”, que coordinó durante tres años su autora, Laura Caime, bien podía haberse zambullido en la narrativa opresiva de “Memorias del subsuelo”, acaso la narración con personajes emocionalmente más inestables del ruso.

La historia de “Los pibes” comienza en realidad antes de la primera página: el 12 de noviembre de 2010, Matías Carbonell, de 24 años, murió en el Hospital Penna, a donde llegó trasladado desde el Borda. Su cuerpo presentaba lesiones físicas observables, diagnosticadas como golpes y quemaduras de tipo B (compatibles con pasaje de corriente eléctrica). Por eso, la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) presentaron una denuncia penal que destapó una olla con comida podrida: entre 2009 y 2010, fallecieron 46 personas en el hospital neuropsiquiátrico. Si se tiene en cuenta que el Borda alberga un promedio de 800 pacientes, el índice de mortandad es altísimo y sólo puede ser explicado por la desidia médica y la crueldad, una situación que el libro viene a poner blanco sobre negro.

Con una prosa poderosa en la que verdad y emoción se mezclan en dosis justas, esta licenciada en Ciencias de la Educación y ex maestra rural en la Patagonia sumerge al lector en el “subsuelo del horror”, la “tumba psiquiátrica” de locos, drogadictos y sidosos en que se ha convertido la cárcel manicomio.

El libro de Caime pone en evidencia un entramado en que la constante es la violencia, el crimen, el tráfico de órganos y la utilización de los pacientes como conejillos de india. “Los pibes”, recientemente publicado por la editorial de la universidad de Villa María (Eduvim), contiene testimonios que aterran: desde declaraciones crudas de los alumnos-pacientes que llamaban “depositorio” al penal del hospital hasta los “mecanismos de fuerza” que el Servicio Penitenciario desplegaba para interrumpir el taller “Letras al sol”.

En los años que duró la experiencia y en los testimonios que tomó la maestra de sus alumnos fuera del hospicio, se revelan las “bienvenidas” que se les daba a cada paciente en los “buzones” de encierro (especie de celdas acolchadas de tamaño minúsculo) de los que solo eran sacados para recibir duchas de agua muy fría o muy caliente. O las inyecciones y píldoras que recibían por la mañana para que sus cuerpos fueran “deshumanizados”, todo bajo un argumento institucionalizado plagado de la discriminación por el doble encierro: locos y presos.

“De este infierno sacamos fuerzas para seguir”, dice uno de los alumnos más lúcidos.

La Ley Nacional de Salud Mental 26.657 define claramente que está prohibido encerrar en una cárcel a personas con padecimientos mentales. Sin embargo, Caime dice en el libro haber trabajado en “uno de los resabios más atroces” del terrorismo de Estado. “En pavorosa continuidad con los campos de exterminio, con lo que queda de La Perla, El Olimpo, El Vesubio”.

Para hacer esta aseveración tan categórica, Caime enfrentó a sus alumnos en momentos de depresión y de decisiones terminantes, como el suicidio o el “empastillamiento” para dormir y evitar la realidad. Y vio como su matrícula disminuía por los efectos de las drogas en los pacientes que, finalmente, fallecían con insuficiencias pulmonares, como sucedió en el caso de “Matías”.

“La continuidad del exterminio por otros medios”, afirma Caime, quien cuenta que cinco de sus alumnos ya fallecieron. Un testimonio que nos aterra, aunque debiera indignarnos si recuperáramos la capacidad de obrar con algo de piedad hacia los otros.


Fecha de publicación: 20140104


Fecha de publicación: 20140222


Fecha de publicación: 20140222


Fecha de publicación: 20131210

Tipo de contenido citado: Lista de más vendidos ("bestsellers")


Título de la fuente: TV Pública


Nota de citación:

LOS PIBES: historias del encierro, de Laura Caime, expone, descubre y muestra la historia de seres humanos que sufrieron y vivieron lo que nadie debería: la tortura, el castigo sin motivos, la prisión perversa.

En el intento de llevar a cabo adelante un taller de escritura, la autora recorre los pasillos de una cárcel manicomio y de un reformatorio de menores. Allí conoce rostros con nombres y apellidos. Juntos buscarán dar a ver y oír una verdad de horror.
El Borda y el Roca, también el afuera; la mesa de un bar, una esquina, una estación de tren, son lugares en los que este libro se fue hilvanando capítulo tras capítulo…

Un libro intenso, desgarrador, que todos debiéramos leer, para saber que detrás de cada "loco" o de cada “niño” encerrados hay una historia, y, también, ilusiones, sueños, proyectos….

LOS PIBES: hitorias del encierro, llega a las librerías para convertirse en carne, en dolor, en locura, muerte, amor y vida…

Para no dejar de leer….

ALGUNAS PALABRAS SOBRE ESTE LIBRO
en primera persona, por LAURA CAIME

La vivencia que tramó la escritura de estas páginas supuso un trabajo con la palabra en la cárcel manicomio y en un instituto de menores de esta ciudad.
Es decir, no se trató ni de un trabajo terapéutico, ni social, tampoco de un trabajo que buscase inscribir cierta llamada: “literatura del encierro”, sino de una experiencia poética;  si entendemos por poesía a la invención de una forma de vida por una forma de lenguaje y de una forma de lenguaje por una forma de vida.
En ese proceso que es “tomar la palabra” las personas que participaron de ese espacio de creación produjeron distintos movimientos de subjetivación plasmados en varias publicaciones. De ese modo, fueron advirtiendo que era imposible singularizar una voz, una frase, algún rasgo; a menos que sus escrituras dieran a ver las condiciones de opresión a las que se encontraban sometidas.  Es decir, si bien escribir acerca del sentir que las invadía, la soledad, las heridas de amor, la infancia, la falta de libertad o los recursos para imaginarla podían ser formas de resistencia; sin embargo esas escrituras seguían sin cuestionar su lugar de insanas e incapaces – no aptas – para la construcción del bien común y, por lo tanto, apartadas de la sociedad en calidad de desecho humano. Por eso, se decidió jugar una producción que diera a ver lo que sucedía en esos depósitos de vidas humanas,  para no hacer de la literatura servidumbre, zona gris, o pausa de humanidad en medio del horror. De ahí que la materialización de esas voces mostrando el día a día en la cárcel dificultara el apoyo externo a la experiencia y generara niveles de confrontación creciente con el poder institucional lo que derivaría en el cierre de la misma.
Sin embargo, cuando se finalizó el trabajo en la cárcel hablar sobre lo vivido se volvió una decisión que excedía lo personal. Así surgió “Los Pibes: historias del encierro”, resultado de una construcción colectiva, un hilado de voces que se fue anudando en la forma de un testimonio. Y cuando digo testimonio no me estoy refiriendo al que se realiza para dar sentido a una experiencia particular, tampoco a  aquél que se elabora como denuncia a favor de la verdad o la justicia, – y sí, pero no solamente -, sino fundamentalmente a ese testimonio que sirve para dar cuenta de acontecimientos sin testigos, es decir, sin lenguaje; porque quienes tocaron el fondo de esta experiencia de horror están muertos. Por eso, era imprescindible salir a inventar la lengua de esa lengua muerta, aún en la improbabilidad de poder hacerlo, por quienes estaban muertos y por aquellos que ya no podían hablar o escribir  producto de la medicación letal que los arrojaba a un  balbucear intraducible, esa muerte que comienza antes de la muerte corporal.
Muchos de los que dimos nuestras voces en este trabajo hubiésemos preferido no hablar, pero ahí donde el relato de alguno de nosotros se detenía o la escritura se volvía imposible de continuar había algo más fuerte que instaba a seguir, esa potencia no era del orden de una voluntad individual, sino de la fuerza de la palabra que obligaba a hablar a pesar de nosotros mismos. Así, estas letras fueron emergiendo de ese silencio no para hacer morir desde sus aplastantes certidumbres y estigmatizaciones, sino para matar la glorificación de la crueldad. Hablar para no transformar el horror en un dios a quien se adora en silencio.
Este ramillete de vidas aquí narradas ha querido fijar el trabajo de una mirada, construir, a través de esa focalización, el punto de vista de una extrañeza. Hablar para tocar los cuerpos, para arrastrarlos hacia el lugar de donde se trata su verdad, ahí donde lo desconocido llama. El dolor del otro ofrecido con el deseo de producir el acto sensible de una conversión: ser vistos por esas miradas que nos miran.
Un libro como morada para esas vidas desnudas, como dispositivo de singularización, de subjetivación del lenguaje, como constancia de sobrevida, pero también un libro como materia con que tramar duelo, porque muchas de las personas aquí mencionadas fueron a parar a una fosa común, es decir, además, de ser asesinadas no fueron dolidas. Para esas víctimas del silencio, estas páginas

Tipo de contenido citado: Lista de más vendidos ("bestsellers")


Título de la fuente: TV Pública

Tipo de contenido citado: Lista de más vendidos ("bestsellers")


Título de la fuente: La sombra del espectaculo

Tipo de contenido citado: Lista de más vendidos ("bestsellers")


Título de la fuente: Radio La Boca

  • - Índice

Este es el testimonio de un trabajo realizado con la palabra en la cárcel manicomio y en un instituto de menores de la ciudad de Buenos Aires. En su interior, se van hilvanando los relatos de las vidas de las personas que participaron de esa experiencia; su devenir dentro y fuera de la prisión.

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