En 1746, un acontecimiento marcará un hito entre las futuras investigaciones sobre los mayas. Se trata del descubrimiento de una antigua y espectacular ciudad en ruinas oculta en medio de la selva chiapaneca, que fue nombrada Palenque por su cercanía a un poblado con el mismo nombre. Por esta razón, en el siglo XIX Palenque se convertirá en el centro de atracción de viajeros, exploradores, artistas, anticuarios y aventureros quienes analizarán y documentarán cada uno de los edificios que han hecho famoso al sitio.