La migración es un componente importante en el devenir histórico del ser humano, por lo que se puede considerar como un fenómeno que con el transcurrir de los años se ha tornado cada vez más complejo. Si se revisa en la historicidad del ser humano la migración ha estado presente desde las primeras civilizaciones y este proceso ha estado condicionado por la necesidad imperante de la búsqueda de recursos, herramientas y lugares propicios para el desarrollo de la vida de hombres y mujeres; actualmente este fenómeno migratorio está haciendo influenciado por factores tales como la expansión territorial, intereses económicos y políticos, sistemas en crisis y en muchas ocasiones colapsados y en un marco de total violación de los derechos. Ante tales casos la migración genera un ambiente psicológico donde el miedo, la incertidumbre, la soledad, las añoranzas y el deseo de una mejor vida que se contraponen y provocan en los y las migrantes, especialmente en los niños y niñas, inseguridades y manifestaciones de timidez, además de batallar con los procesos de aculturación vertiginosos y que en muchos casos se da de manera brusca y/o violenta lo cual repercute en sus relaciones interpersonales y sus formas de aprendizaje.