El propósito que anima este libro de texto deriva inmediatamente
de una propiedad decisiva del lenguaje humano: su completa
heterogeneidad. El más simple de nuestros enunciados supone la acción simultánea de factores acústicos, fisiológicos, neuronales, psicológicos, culturales, ideológicos, comunicativos, sociológicos, históricos, gramaticales, filosóficos... El lenguaje, como el ser humano mismo, es una realidad multiforme, compleja, compuesta de elementos diversos. Es natural, entonces, que, si queremos introducirnos en su comprensión, intentemos practicar un movimiento coordinado que atienda a esta heterogeneidad y al mismo tiempo priorice su integración en una totalidad coherente que le dé a cada pieza un puesto claro en el andamiaje general que todo acto comunicativo implica.