El libro presenta una serie de premisas sobre
el desarrollo de las ciudades, resaltando el hecho que éstas crecen en forma
exponencial y demandan una mayor oferta de servicios e infraestructuras para
atender las necesidades y requerimientos de los habitantes y el impacto de sus
actividades cotidianas. Uno de estos impactos está en el consumo, resaltando,
el hecho de que cada habitante en la actualidad, produce 1 kg de basura
aproximadamente por día, sin embargo, la gran mayoría de los arquitectos y
urbanistas, no consideran estos datos al momento de formular un Plan de
Desarrollo Urbano que se ajuste a esta realidad, lo que ha llevado a formularse
en las ciudades propuestas urbanas nada sostenibles como botaderos de basura o
rellenos sanitarios.
El autor, plantea que haciendo uso de la
tecnología con una nueva mirada conceptual al tema ciudad, se pueden formular
habilitaciones urbanas para trascender del uso del cemento, el ladrillo y el
hierro en la construcción de viviendas hacia otras formas de urbanismo, donde
se promueva la formulación de viviendas autosustentables como alternativas para
desligarse de los servicios básicos compartidos y apuntar a la producción de
energía eléctrica, el reciclaje de aguas grises, la eliminación de residuos
sólidos, el reciclaje de basura y la producción de hortalizas. Desde esta
perspectiva, el autor invita a construir un urbanismo centrado en nuevas
alternativas de fuentes de energía que permita salvar al planeta.