Eduardo Milán nace en la ciudad de Rivera, Uruguay, en 1952, pero se ha afincado desde 1979 en México. En 1975 publica Estación, estaciones, la primera obra que reconoce el autor, algunos de cuyos poemas han sido antologados en distintos años y países. Desde esa fecha hasta ahora Milán ha publicado más de una veintena de libros de poesía – entre los que se encuentran
Nervadura,
Nivel medio verdadero de las aguas que se besan,
Alegrial,
Querencia,
gracias y otros poemas,
Habrase visto,
Unas palabras sobre el tema,
Acción que en un momento creí gracia,
Índice al sistema del arrase o
Manto– hasta llegar a
El poema estaba, de 2019. En esta larga trayectoria de descubrimiento de la palabra a través de la poesía, Milán pone a prueba la estabilidad del lenguaje al suprimir la referencialidad objetiva y propone maniobras de desemantización, o la pérdida del sentido habitual de las palabras. De esta manera, la copiosa voz poética de Milán se acerca al medio siglo de habitar la trama de la poesía hispanoamericana, y es por lo tanto fácil de comprender la variedad de tonalidades, subjetividades, temas y tratamientos presentes en un corpus textual tan amplio. Además de la poesía por la cual es reconocido en el continente, Milán ha publicado una decena de libros de ensayos y artículos de crítica literaria. Así, Milán aborda la poesía desde dos accesos privilegiados: la práctica de la lírica como tal, y la reflexión sobre la misma, en la línea de algunos de los más reputados poetas modernos como Charles Baudelaire, T. S. Eliot u Octavio Paz. La idea de este estudio, entonces, es hacer una lectura atenta de los poemas contenidos en la presente antología para acercar al lector a la poesía de Milán.