Los liberales del Salado hacen que se cumpla el espíritu de la Guerra de los Tres Años al impedir la celebración de actos de culto externo. Los conservadores, en cambio, ejercen sus creencias auspiciando fiestas religiosas. Un hecho jocoso de esta índole origina la acción de la novela. Para mi gusto, Emilio Rabasa es uno de los mejores novelistas mexicanos del siglo XIX. Como pocos sabe contar las peripecias de la anécdota, sabe explicar con malicia y humor el porqué de las acciones. Sus personajes son sueltos, convincentes, posibles. A diferencia de otros autores, su primavera tiene cenzontles y clarines; sus bosques, cedros, caobas y ocotes. Su lenguaje, sin dejar de ser castizo, posee un inconfundible sello nacional. Sus novelas son imprescindibles para conocer los distintos aspectos de la vida en la segunda mitad de nuestro siglo XIX. -Emanuel Carballo