Las reformas educativas en México, desde 1972, han establecido recomendaciones didácticas en materia de evaluación del aprendizaje para los alumnos de la escuela primaria, ya que desde esas décadas se han conflictuado el problema del bajo aprovechamiento escolar. Lo anterior ante el debate actual en los inicios del siglo XXI Y ante la formación de las nuevas generaciones. Asimismo, se hace vigente lo que se plantea en este libro por el conflicto sobre el conocimiento que tienen los alumnos en los programas de evaluación externa que aplica la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Hay que considerar que en la reforma educativa de 1972, el enfoque evaluativo se centraba en el aprendizaje conductista; para 1993, en el nuevo modelo educativo, el enfoque constructivista. Ante estos planteamientos teóricos sobre el aprendizaje, los profesores y profesoras han estado en problemas; por lo que para ellos evaluar implica lo que recíprocamente la SEP realiza externamente a partir de la década de 1990 con la aplicación de pruebas escritas (opción múltiple) a los alumnos de tercero a sexto grado.
Por tal razón realiza este libro a partir de una investigación de las experiencias que tiene los profesores, y cómo construyeron sus experiencias evaluativas en las escuelas y en los salones de clases a partir de la formación magisterial.