La vida colectiva en San Miguel del
Milagro se produce y se reproduce a través del derecho consuetudinario basado
en una matriz que deriva de sus rasgos de organización comunitaria. Esta
fortaleza comunitaria es producto de los procesos de apropiación y construcción
del territorio en términos políticos, ceremoniales y religiosos que forman
parte de la vida de todos los días de esta comunidad y que es resultado de
prácticas acumuladas y transmitidas durante generaciones. En esta lógica, es
importante la participación colectiva organizada de los cooperantes: los jefes
de familia casados que encabezan una unidad doméstica en el pueblo. En esta
categoria también entran las viudas y las mujeres divorciadas que trabajan y
tienen un ingreso. Los cooperantes como representantes de los grupos domésticos
son el eje de las diversas actividades (económicas y sociales) y la unidad
social básica que constituye la red de un sistema de cargos que sostiene a la
comunidad. El o la cooperante tienen derechos y obligaciones específicos que
forman parte de un cuerpo de derecho más amplio (el derecho de la comunidad) y
los hace efectivos a través de la asamblea general comunitaria que es el
espacio colectivo donde se discuten los asuntos públicos de todo el pueblo. Al
año se celebran al menos cuatro asambleas comunitarias que pueden llegar a
siete, si así lo exigen los asuntos de la comunidad.