Han existido en todos los tiempos, de todas las categorías y en todos los campos: el social, el político, el religioso. Necesarios, sin duda alguna. Los han habido viscerales y arrojados al liderazgo por sucesos coyunturales, que los tocan en lo más profundo de su ser, incluso, movidos por el miedo o por el dolor. Expertos en las más variadas estrategias lideran gerenciando, dirigen planeando, alinean y organizan a la gente, motivan, controlan y solucionan problemas, amén de los múltiples modelos teóricos: el camino a la meta, el liderazgo situacional, el líder transformacional, el líder transaccional, entre otros pero, fundamentalmente, hay un líder que por su historia impacta, por sus acciones conmueve; un líder que no enfrenta ninguna teoría de liderazgo, ni las soslaya ni las invalida, "el esclavo de todos", cuya única naturaleza está en servir: el líder siervo. Del ejercer el dominio sobre los otros, denominador común del liderazgo, se han escrito miles de páginas a la largo de la historia de la humanidad y en la historia reciente del siglo XX, derramando no sólo ríos de tinta sobre el papel en blanco sino también mares de sangre sobre los campos y ciudades del mundo. El Líder-Siervo, en cambio, ha utilizado el liderazgo para servir a los demás, Jesús de Nazaret, su encarnación, ejerció el liderazgo haciendo de cada discípulo un líder capaz de multiplicarse y multiplicar su visión del mundo. El Líder-Siervo es, sin lugar a dudas, la única fórmula para desterrar las profundas desigualdades emanadas de los malos ejercicios del poder y del líder.Del ejercer el dominio sobre los otros, denominador común del liderazgo, se han escrito miles de páginas a la largo de la historia de la humanidad y en la historia reciente del siglo XX, derramando no sólo ríos de tinta sobre el papel en blanco sino también mares de sangre sobre los campos y ciudades del mundo. El Líder-Siervo, en cambio, ha utilizado el liderazgo para servir a los demás, Jesús de Nazaret, su encarnación, ejerció el liderazgo haciendo de cada discípulo un líder capaz de multiplicarse y multiplicar su visión del mundo. El Líder-Siervo es, sin lugar a dudas, la única fórmula para desterrar las profundas desigualdades emanadas de los malos ejercicios del poder y del líder.