El autor
desea con este libro, nada más y nada menos, que compartir la fórmula de vida
para alcanzar el “camino” de la libertad y la felicidad personales.
La
propuesta consiste en “ver” en el ideal de la solución (filosofía) para, a partir
de él, encontrar la dimensión posible (política). Es así como en el diario
vivir, se ha de ver el Ideal de las personas, fenómenos u objetos que nos
rodean y que conocemos. De ellos, se habrá de hacer el abordaje político que
irá seguido, inmediatamente, de una labor desmenuzadora: el promedio de tal
abordaje.
Solo
permanecerán en el camino de nuestra vida, aquellos Otros cuyos promedios sean
importantes para nosotros, nos ayuden a crecer y a caminar en búsqueda de las
tan ansiadas “libertad y felicidad”. En la propuesta de que la vida terrena es
un tiempo, se puede gastar, usar o administrar según nuestra decisión.
“El hombre
como promedio” es una fórmula que, partiendo de la educación, favorece la
posibilidad de vivir la vida con toda la intensidad posible, intentando sumarle
un valor agregado a ese tiempo único e irrepetible.