Como toda guerra, la que enfrentó al Ejército colombiano, los paramilitares y la guerrilla de las FARC desde finales de la década de 1990 y hasta hace unos años esconde historias poco contadas. Por ejemplo, las del millón de familias a las que el conflicto armado obligó a abandonar sus tierras, sus posesiones y su vida como la conocían y a desplazarse a las ciudades donde, sin recursos, debieron empezar de nuevo. En esos lugares, los desplazados —en su mayoría mujeres— hallaron redes de apoyo familiares y barriales que les facilitaron espacios para la venta informal, les enseñaron a construir y expandir sus casas y a gestionar ante el Estado soluciones individuales y colectivas como el agua potable y el transporte. A partir de un trabajo etnográfico sólido —que recoge historias cotidianas de supervivencia en distintos lugares de Colombia—, combinado con análisis jurídico y político, este libro permite comprender el conflicto armado colombiano desde una perspectiva única, que a la vez ilumina procesos similares en otros países de la región. Lemaitre se interroga en estas páginas por el lugar del Estado en los procesos de reconstrucción material y moral tras un conflicto armado. ¿Han podido la legislación y los programas de asistencia paliar las necesidades de los migrantes? ¿Han sabido aprovechar la fuerza de organización y trabajo de los propios desplazados? ¿Cómo conviven ellos con los “poderes a la sombra” que siguen teniendo el control de la economía ilegal, la violencia y la regulación de conflictos aún después de finalizada la guerra? ¿Qué significa la vida de los desplazados para quienes no han vivido la guerra de primera mano? Este libro, que interesará a juristas, expertos en derechos humanos, violencia y estudios de género; les pone rostro y nombre a quienes desarrollan la capacidad de presentarse como víctimas ante el Estado y a la vez logran reinventarse como mujeres y hombres con valor y fortaleza.