La necesidad de publicar, de expresar y dejar testimonio ha acompañado a la Universidad desde hace muchos años, como una de sus actividades sustantivas. Ya en 1964-65 el rector de entonces, Dr. Manuel Lara y Parra, publicaba en forma de libro su informe de labores; y en ese mismo año la escuela de Físico-Matemáticas publicaba los apuntes sobre Teoría electromagnética y de Teoría del estado sólido.
Los dos lustros siguientes estuvieron marcados por importantes cambios políticos y académicos, dentro y fuera de la Universidad. Por su parte, los esfuerzos en materia editorial eran aislados, espontáneos y esporádicos. Vino entonces una etapa de expansión teórica y cultural, que impulsó la extensión y difusión del trabajo universitario, donde las publicaciones pasaron a desempeñar un papel importante.