“Tenemos que reformar la sociedad”. Esta frase nos resulta familiar porque, desde hace dos siglos, estamos convencidos de que algo anda mal y de que por eso hay guerras, violencia, agravios y rencores permanentes. ¿Acaso antes todo era paz y armonía? Sabemos que no, que el desorden y la maldad han existido siempre, pero un cambio se produjo en la actitud de los individuos del mundo occidental cuando dejaron de creer en los designios de una providencia que decidía el comportamiento de los seres humanos.
¿A quién echarle la culpa? Los ilustrados del siglo xviii creían tener la panacea que curaría la vagancia, la embriaguez, el desarraigo de la familia, la ignorancia de la plebe y el alejamiento de la sana doctrina cristiana, factores que consideraban una patología temporal de la sociedad.
En Ebrios y laboriosos: dos aproximaciones a la sociedad capitalina hacia el final del siglo XVIII, los documentos de autores de la época muestran la forma en la que los ciudadanos comunes esperaban poner remedio a los males que cada día aumentaban en peligrosidad y frecuencia. Se iniciaba un camino, el «desorden», que nadie imaginaba hasta dónde podía llegar.
Estado: Activo
ISBN-13: 9786075643458
Idioma del texto: Español
Tipo de edición: Nueva edición
Ciudad de publicación: CDMX
País de publicación: México
Fecha de publicación: 2022
Tipo de restricción de venta: Exclusivo para un punto o canal de venta
Distribuidor de la editorial: El Colegio de México Disponibilidad del producto: Disponible. Sin detalles.