General / "Trade"
Rosario Castro Quintero nació y vivió, hasta los 19 años, en la
antigua hacienda de San Miguel Treinta, municipio de Tlaltizapán, Morelos, en
la casa que sus padres construyeron entre el casco y la capilla de dicha
hacienda. Como nos narra en sus recuerdos –que ella misma ha calificado de
“deliciosos”–, fue en el ámbito de la familia, del pueblo y del campo, donde se
inició y desarrolló su vínculo estrecho con la cocina.
Otros elementos más determinaron sus gustos y su carácter, tales como la religión, la pintura, las fiestas, los libros o la muerte. El trabajo, el campo y la alegría, son referentes de la relación importante con su padre; la cocina, la religión y los libros, con su madre; la muerte, como experiencia dolorosa y liberadora; el arte, como práctica autodidacta de toda su vida.
Sin embargo, la cocina ha sido el más importante eje articulador de su relación con la otredad. Por ello, en este libro, la cocina no es asimilada sólo como el lugar donde se preparan los alimentos, sino el espacio en el cual una actividad cotidiana se convierte en arte como un medio formativo, lúdico, transformador, como un elemento vinculador, de amor y generosidad, en el seno de la familia y hacia la comunidad durante el siglo XX.
Las narraciones, las recetas, las fotografías y las ilustraciones son su manera de compartir el gusto por la cocina y todo lo que ella significa en la vida cotidiana. Deliciosos recuerdos. Memorias y recetas del sur morelense, es publicado como un amoroso recuerdo a David Medina Zavaleta, Daviciño, nieto de doña Rosario.