Estrenado el 7 de julio 1912 e interpretado al piano por el autor bajo la dirección del eminente compositor Julián Carrillo en un concierto realizado durante el breve periodo de relativa paz casi al principio de la Revolución Mexicana, este concierto representó para Ponce el indiscutible reconocimiento nacional como el más importante músico vivo de su país. El Concierto Romántico se establece como una de sus obras maestras más importantes por ubicarse dentro del tránsito que vinculó su llamada etapa romántica con la música mexicana tradicional y popular. Es el tiempo en que el compositor generaría, a partir de las investigaciones que realizaba sobre la definición y clasificación de la música vernácula, una revaloración y fortalecimiento de la identidad musical nacional, vinculando de manera ordenada y clara, dentro del terreno musical, el despertar compartido que se gestaba en importantes intelectuales y artistas de la época: José Vasconcelos, Alfonso Reyes, y Ramón López Velarde, entre otros.