Cocorí racista, ¿y Gutiérreztambién? analiza aspectos importantes de la polémicainiciada en 1983 y cerrada momentáneamenteen 2017. Destaca el racismo explícitoe implícitoen el texto y de sus lectores. El primer capítuloexamina la participaciónde las instituciones del Estado, las manifestacionesdiscursivas de sus representantes más allegados a los espacios de mediación y solución de los problemas discriminatorios (Sala constitucional, ministerio de Educación Pública, Ministerio de Cultura, Defensoríade los Habitantes). Tambiénatiendea lo planteado por Gutiérrez, periodistas, intelectuales y especialistas frente a lo que sostienen las personas afrodescendientesa la hora de interpretar el relato. Todo ello nos ofrece un diagnósticosobre lo irreconocible, innombrable e inaceptable que es el racismocomo problema en nuestra sociedad y cultura.
Como en estas manifestaciones discursivas, no se aclara ni discute el racismo como categoríaanalítica y su relación con otros sistemas de dominación, el capítulodos abordaestos aspectos, ya que la gente confunde racismo con xenofobia, sexista, clasismo ybulling. Los dos restantes capítulosdestacan las razones por las cualesCocoríes un texto racista, y la responsabilidad del autoren la escritura, edición y difusión de prejuicios y estereotipos discriminatorios: el racismo no está solamente en quienes leen, sino tambiénen el texto, en el contexto y en el autor. Gutiérrezno sóloelabora una representación negativa de los afrodescendientesenCocorí,sino, también enmanglar, Puerto Limóny las respuestas brindadas a Lorein Powell en sus artículos de prensa de 1983.