Manuel Acuña, Vincent van Gogh, Arthur Rimbaud, Egon Schiele, Amadeo Modigliani y César Vallejo, entre otros, eligieron vivir en ciudades donde sufrieron penurias físicas, amorosas y económicas, al tiempo que creaban sus obras más célebres. ¿Los recordaríamos ahora si hubieran vivido en ambientes más placenteros y desahogados? Con esta nueva edición de la obra de Marco Antonio Campos, casas, calles, librerías, cafés, teatros, edificios públicos, colegios, jardines, plazas, parques, puentes, bustos, estatuas, placas, cuartos de sanatorios y tumbas relatan, en el transcurso de un siglo, las breves vidas de estos inmortales desdichados.
