Hay varias razones para hacer público el contenido de este
texto de derecho privado:
La primera, la pasión por la docencia; los alumnos han de
tener la oportunidad de leery controvertir las tesis del viejo profesor que se
revela contra lo tradicional.
La segunda, la necesidad de avivar el debate abierto; los
contradictores tienen derecho a conocer las tesis en la fuente misma y bajo la
responsabilidad del autor que las expresa.
La tercera, el sentimiento de aprecio para con los posibles
contradictores; el dicho contra el dicho es un divertimento de academia que
regocija la vida, el sueño y la esperanza.
Otras razones existen en la génesis del texto, pero con las
dichas basta.
De un claro objetivo racional: se busca con el texto
convocar a todos los operadores jurídicos al análisis de su contenido, con
miras a que se abandonen criterios erróneos o para aceptar la novedad, si la
hubiere, y para combatir, a muerte si se quiere, las tesis planteadas.
Nota bene: como ocurre en la filosofía de los juegos de los
discapacitados, lo importante en la vida no es ganar, sino participar. Este
texto no aspira a ganar, y si pierde, su autor oirá, en las tardes de verano o
de invierno, la voz de Tita Merello interpretando el texto de la milonga Baldosa
floja: No soy constante en amores, / por eso tan solo estoy, / mi carta ya la
he jugado / y si he perdido, pago y me voy.
Guillermo Montoya Pérez