Cuando ha transcurrido ya más de un siglo del descubrimiento del psicoanálisis, desde nuestro quehacer como docentes y nuestra práctica como psicólogos clínicos, nos corresponde confrontar este saber con nuevas formas de pensamiento, incorporando a nuestro análisis las
diferencias culturales e históricas que permiten reconceptualizar lo metapsicológico, sin eludir el compromiso psicoanalítico de poner en palabras el malestar humano.
La propuesta de este texto es producir reflexiones que permitan poner en tensión la construcción psicopatológica tradicional, así como identificar y explorar las condiciones de incidencia y la fenomenología de las nuevas formas de padecimiento y de dolor psíquico, de manera tal que los interrogantes de estos tiempos devengan, en la clínica, instrumentos para la creatividad.