En este libro, Luciano Martínez Valle aborda los procesos de transformación que ocurren en aquellos territorios rurales donde las empresas agroindustriales se han instalado exitosamente, a través del cultivo y la exportación de flores y brócoli. Tal es el caso de la provincia de Cotopaxi en Ecuador. El eje del análisis es el proceso de proletarización que afecta a la mayoría de las familias campesinas ubicadas en las cercanías de dichas empresas. El autor analiza las características del mercado de trabajo por tipo de cultivo, y las ventajas que obtienen las empresas al disponer de una abundante mano de obra en el mismo territorio. Simultáneamente, muestra cómo esas familias han experimentado una conversión al mercado, lo cual margina a la parcela campesina familiar, mientras se valora el trabajo y el consumo de corte capitalista, especialmente entre las jóvenes generaciones. La aproximación del autor al mercado de trabajo es muy interesante. Desde una perspectiva relacional muestra que existe una dinámica social en los territorios, la misma que se despliega mediante las estrategias de los actores sociales y la disponibilidad de los capitales. En este sentido, hombres y mujeres que trabajan como asalariados rurales junto con sus familias ocupan una posición subordinada, ya que su capital social es débil. Esto, sumado a la debilidad de las políticas públicas impiden que se produzcan cambios significativos desde la perspectiva de los sectores sociales subordinados.