En la encrucijada que se produce entre la misión evangelizadora, las dinámicas de inclusión y el respeto a la diversidad –temas siempre latentes en la espiritualidad ignaciana-, el Instituto de Fe y Cultura se complace en presentar este libro que está motivado por la vocación misma que existe en dicha espiritualidad: hacer presente a Dios desde todas las cosas. Bajo esta perspectiva, cinco jóvenes jesuitas meditan desde los espacios en que se han iniciado en su trabajo apostólico. Algunos desde la pastoral intelectual, sea en espacios académicos como la Universidad Antonio Ruiz de Montoya o la formación del clero diocesano (viejas tradiciones “misionales” de la Compañía de Jesús); otros desde la pastoral llamada social, que busca integrar la promoción de la justicia mediante el desarrollo de condiciones de equidad en la educación, el trabajo de promoción social y económica. Una idea recorre todos estos textos: el sentido de la Iglesia, ayer y hoy, sigue siendo integrar en la realidad humana aquellos a quienes la sociedad no ha podido ni querido “incluir”, excluyéndolos de una condición digna de vida; ese sentido es en buena cuenta no sólo la misión de la Compañía de Jesús, es también responsabilidad de todos aquellos que nos llamamos cristianos.
